Junto a mi papá y hermano me enseñó el verdadero significado
de compartir, a entender que todos somos diferentes por dentro y por fuera y
que la receta más importante de la amistad es complementar al otro y quererlo no
por conveniencia ni obligación, sino por bondad.
De la mano de ella aprendí a resistir, a luchar y a ser
fuerte ante la adversidad. Me enseñó, que las batallas se pueden ganar o perder pero
si uno va a ser derrotado, siempre debe ser con las botas puestas; morir con
ellas muy bien PUESTAS!
De ella aprendí a dar y a sentir lo besos más sinceros.
Asombrosa, preciosa, divertida, chef, mejor amiga, confidente, me cuida y ama siempre,
en fin.. fue simplemente única. Tantas cosas aprendí junto a ella, que simplemente
no podría escribirlas ni pronunciarlas durante
este escrito.
La mejor coach y entrenadora del mundo, porque me enseñó que
los titanes, héroes, heroínas… EXISTEN!!! y no son solo los que hacen ultra
maratones, sino los que tienen un corazón, unas agallas y un alma
ultra-iron-maraton GRANDE!
Si estuviera hoy conmigo le repetiría que es lo mejor que me ha
pasado en la vida…una y otra vez. Por la mañana, en la media mañana, la tarde,
la media tarde, la noche, la madrugada….hasta cansarme y cansarla :)!
De mi madre aprendí que vale huevo un regalo material o una
comida en el restaurante más costoso de la ciudad porque un beso, un abrazo, una comida preparada con mucho amor y
una palabra es el mensaje más contundente e invaluable que existe y que connota
amor del más puro.
“Siempre te tengo a mi lado, como un ángel de la guardia,
una dulce compañía. Juntas perdemos, juntas nos levantamos, juntas ganamos y juntas continuamos este
camino..JUNTAS SIEMPRE”
Escribiendo desde mi castillo encantado, Soficienta.

