Dos cosas importantes me pasaron en esta carrera; por un lado, ver a varios Soficientos inspirados triunfando y poniéndose nuevos retos y por el otro vencer mis miedos y el dolor en mi rodilla del que les había contado en mi publicación anterior. Esa era una prueba de fuego realmente para mí, teniendo en cuanta la distancia y el terreno, al cual me enfrentaría. Son emociones indescriptibles que me motivan cada vez más a superarme y a inspirar a otras personas. Ahora un nuevo reto cumplido y nuevos objetivos en el calendario.
La organización: Los voy a contextualizar un poco sobre como fue su organización. Era la tercera edición de esta carrera nocturna, recuerdo que el año pasado estuve a punto de inscribirme, pero al final surgieron inconvenientes y no pude, pero esta vez era imperdible así que no dudé en participar. Habían tres modalidades, 8k para padres e hijos, 16k y de 28k. Por otro lado la temperatura de 14 a 20 °C, con posibilidades de lluvia.
El evento: Era un sábado en la noche y nos encontrabamos en el parqueadero del centro comercial Chipichape...normal para una persona amante de estos retos, porque este tipo de eventos no tiene horario ni fecha en el calendario, ni siquiera una rumba que lo reemplace. Llegamos por nuestro kit y outfit, era una mezcla entre un astronauta y un superhéroe muy acorde a la ocasión. Hacía un lindo día en Cali y la verdad se veía mucha gente élite, que alcanzaba a intimidar, sobre todo los que llevaban los bastones telescópicos; que sirven para proporcionabar equilibrio, soporte y tracción y para sortear cualquier obstáculo en el camino. Por mi parte me sentía mejor sin esos bastones, con libertad de poder utilizar todas mis extremidades. Tomamos unas buenas fotos, comimos banano para los posibles calambres, un poco de calentamiento, la charla técnica, buenos deseos, prendí mi ipod y chaooo "Nos vemos en la llegada,"les dije a mis compañeros: Juan y Alex!
La Previa: Pensé: "Tengo 5 horas para ponerme un nuevo récord, para ganarle a mis adversarios, para llegar antes de la hora límite, pero sobre todo para hacerlo tan perfectamente bien, que llegue sin ningún tipo de lesión, habiéndolo dejado todo durante la competencia. Esos fueron mis últimos deseos antes de salir. A las 6:30 pm, ya cayendo la noche se dio la largada; que contemplaría un total de 5 horas, como hora límite (11:30 pm).
Km 2 : Me encuentro a un perro en la trocha, la verdad pensé lo absurdo que sería que estuviera acompañando a alguien, sabiendo que había mucha gente en el camino, era de noche y además su amo no lo llevaba amarrado. Pero la vida te enseña, que no se debe subestimar a ningún tipo de raza. Al final de mi relato, lo entenderán!
km 3 : Veo, nacer la luna! :)
km 4 : Hay muchos corredores durante el recorrido, algunas veces se puede adelantar al adversario, pero otras veces toca tener paciencia y esperar en fila india.
Km 6: Comienza la famosa “pared”. En mi "película y con traje de superhéroe", me inspiro en spider-woman y escalo como una araña, eludiendo obstáculos y adversarios.
Km 7: Primera hidratación y alimentación al llegar a las tres cruces.
Km 8: Me tropiezo, pero caigo tan perfectamente bien entre las rocas y el terreno, que parecía en el gimnasio haciendo una abdominal lateral. Inmediatamente pienso, que mi traje tiene algo de poderes, sonrío y sigo mi camino.
Km 9: Se me acaba la hidratación del camelback. Un poco de preocupación, ya que el siguiente punto de hidratación se encontraba lejos.
Km 10: Siento la falta de líquido en mi cuerpo.
Km 11 y km 12: pregunto en cada punto de seguridad, pero nadie tiene líquido y pienso “mala organización :/”. Después me doy cuenta que es parte del desafío y continúo la aventura.
km 13: ¡Seguimos los guerreros bajo la luz de la luna y de Cali!
Km 14: Veo el primer y único riachuelo del recorrido y no dudo en mojar mis manos y enjuagar mi cara, me siento renovada y con más fuerzas. Reanudo mi camino junto a unos pocos.
km 15: No calculo bien y se me dobla un tobillo, pero el dolor lo vengo a sentir solo al día siguiente. Continúo porque es parte de las dificultades de la competencia.
Km 16: Ya no hay casi gente en el camino, ahora la lucha es un duelo interno de cada uno. Alcanzo a escuchar por los altavoces, una de las premiaciones de la carrera. Pero no me preocupo y sigo mi camino.
km 18: Ahora me incomoda la música que escucho, así que me quito los audífonos y mis sentidos se agudizan.
km 19: Me encuentro a un compañero, sediento y con ganas de "colgar los guayos", le doy ánimo y continuamos.
km 20: HIDRATACIOOOOOOOOOÓN!!!!
km 24: Siento mis piernas...mejor dicho ya no las siento...mucho desgaste de cuádriceps y de rodillas!
km 25: Tengo miedo, corro sola, no veo luces de mis compañeros, para saber si voy en el camino indicado. Pasa un carro viejo y grande y me siento como en una película de "La masacre de Texas". Jajajjaja realmente me siento en una película!
km 26: Quisiera tener un bonustrack en mi ipod, con la voz alentadora de todos los espectadores y de mi gente, pero después me doy cuenta que uno no debe esperar la motivación externa, sino la propia, la voz interior, esa que te mantiene firme en la lucha, cuando todo parece perdido.
km 27: Ya casi coronando, ¡No me rindo!
Últimos 500m: Corriendo en el pavimento, no viene nadie atrás, pero siento que corro muy rápido o por lo menos mi mente lo imagina, porque la meta me llama y yo la deseo. Escucho los nombres de los ganadores hombres de los 28k, entre ellos el de uno de mis compañeros con el que empecé la carrera! Sonrío...
km 28: Muy feliz, objetivo cumplido, sana y salva!!!
Todo el mundo tiene su estilo de celebrar al llegar a la meta, como besar el suelo, llegar acompañado por su perro, en flecha como Usain Bolt, llegar con sus hijos, parar el relog, agradecer a Dios. En fin son tantas las opciones, pero yo prefiero mirar al cielo en señal de gratitud y dar un abrazo o un apretón de manos a un compañero, familiar o contrincante…eso me hace sentir más viva y humana.
Filosofando:
Correr por mis montañas y contemplar la noche, ver a la luna en todas sus facetas. Sentirme como alguien diminuto, frente a una imponente ciudad. Pero al llegar al cerro, sentirme poderosa junto a las tres cruces observando mi ciudad y a todos sus habitantes.
Correr por sensaciones, escuchar al propio cuerpo; cuando nuestros ojos se adaptan a la oscuridad y nuestros oídos al silencio. Escuchar el respirar del bosque, observar el terreno que recorremos y detallarlo, para que no nos juegue una mala pasada.
Sentir el aire, el viento, la libertad en mi cuerpo y en mi cara cuando corro, pero sé que sola no puedo. La naturaleza y Dios son inmensamente mayores que que todos nosotros y ellos deciden en cualquier instante, si quieren borrarnos del mapa. Es un terreno con vida que se debe conocer, respetar y prever sus peligros para poder desenvolvernos por él con seguridad. Es decir la montaña es como una persona, hay que saber adaptarse a ella.
Quise hacerlo mítico, místico....y en los momentos más difíciles, traté de traer imágenes lindas a mi mente para motivarme y nunca desfallecer y en los momentos de agotamiento total, engañar a la mente, con música o con pensamientos. Si uno le enseña al cuerpo, él aprende.
Por mi parte yo le enseño a mi mente y entreno a mi cuerpo, para siempre querer los desafíos más exigentes, que sirven como un entrenamiento más, donde la sed de victoria se sacia con lograr el objetivo, que es superarme a mi misma y donde mi instinto siempre me lleva a probar nuevos escenarios, nuevas rutas, nuevos riesgos y nuevas adversidades para saber qué tan fuerte puedo ser.
Yo no te voy a decir que durante el trail-running nunca vas a sufrir, porque el running es como una relación, con subidas y bajadas. Donde comenzamos muy motivados y con mucha ganas, con el firme propósito de la continuidad indefinida, pero de repente, alcanzamos ciertos periodos críticos y algunos los superamos, en cambio en otros nos rendimos. Pero sí te garantizo; que si es tu amor y verdadera pasión, siempre vas a triunfar y tu lucha va a tener sentido cueste lo que cueste.
Y recuerda siempre, que cuando te propones algo en la vida debes lograrlo, porque los que abandona no merecen la gloria y la actividad hay que aprender a amarla, merecerla y respetarla.
Como dice mi amigo Michael Jordan: "Los límites como los miedos, frecuentemente son solo una ilusión!
Escribiendo desde mi castillo encantado, Soficienta.
