Sin duda alguna un mundial para contarle a mis hijos, lleno de contrastes, alegrías, tristezas y sobre todo de mucha pasión. Un mundial donde se marcó un ramillete de goles, con un autogol de inauguración y un mordisco con antecedentes. Muchos récords, golazos de la talla de Van Persie, Messi, Tim Cahill, David Luiz y JAMES DAVID!
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| #YoCreo |
Selecciones campeonas mundiales, pero desconocidas por la jerarquía que mostraron durante el mundial, que cayeron... unas con más pena que otras; como Brasil, donde el vínculo entre la nación y la alegría que produce el -jogo bonito- se esfumó. En cambio otras como las suramericanas, que no le tuvieron miedo a nada y se atrevieron a cambiar la historia de cenicientas para salir por la puerta GRANDE y hasta con un botín de oro a la medida del crack de ensueño hoy por hoy, mostrando siempre un buen espectáculo durante sus juegos.
Entre otras cosas, éste fue el Mundial más tecnológico y creativo para generar contenido en redes sociales y poner a hablar a todo el mundo un mismo lenguaje (Memes, trending topics, selfies, videos). También es de admirar las atajadas tan espectaculares, como también lo fueron, los mejores goles, reconocieron por fin la labor tan importante que cumplen ellos, en una destacada presentación mundial (Ospina, Ochoa, Howard, Navas , Neuer, Romero), porque cuidaron su portería como felinos; volando de palo a palo y volviéndose a levantar cuando ya habían perdido, "una de sus vidas". Alargues dignos de futbolistas llenos de coraje y amor por su selección, cuando las piernas ya no respondían y la mente trastabillaba. ¡Y un tanque alemán que brilló por su colectividad, jerarquía y sus contundentes goles!
Aprendí que el fútbol une, lo que la política divide y seguramente este será un gran ejemplo para otros sectores del país y sobre todo para las futuras generaciones, que ya no ven superhéroes de fantasía, sino superhéroes de carne y hueso. Aprendí el sentimiento de vivir ese momento de máxima expresión: el gol, que en experiencias anteriores era inmune a nuestras creencias. Los errores arbitrales son pan de cada partido, en unos más que en otros, entonces aprendí a perdonar, puesto que “nadie puede tirar la primera piedra, porque nadie está libre de pecado.“
Entre otras cosas, éste fue el Mundial más tecnológico y creativo para generar contenido en redes sociales y poner a hablar a todo el mundo un mismo lenguaje (Memes, trending topics, selfies, videos). También es de admirar las atajadas tan espectaculares, como también lo fueron, los mejores goles, reconocieron por fin la labor tan importante que cumplen ellos, en una destacada presentación mundial (Ospina, Ochoa, Howard, Navas , Neuer, Romero), porque cuidaron su portería como felinos; volando de palo a palo y volviéndose a levantar cuando ya habían perdido, "una de sus vidas". Alargues dignos de futbolistas llenos de coraje y amor por su selección, cuando las piernas ya no respondían y la mente trastabillaba. ¡Y un tanque alemán que brilló por su colectividad, jerarquía y sus contundentes goles!
Aprendí que el fútbol une, lo que la política divide y seguramente este será un gran ejemplo para otros sectores del país y sobre todo para las futuras generaciones, que ya no ven superhéroes de fantasía, sino superhéroes de carne y hueso. Aprendí el sentimiento de vivir ese momento de máxima expresión: el gol, que en experiencias anteriores era inmune a nuestras creencias. Los errores arbitrales son pan de cada partido, en unos más que en otros, entonces aprendí a perdonar, puesto que “nadie puede tirar la primera piedra, porque nadie está libre de pecado.“
Aunque se sabe de sobra, vale la pena recordar que Colombia ganó por todos los lados. En un país tan desigual como el nuestro, donde vemos la brecha radical entre ricos, clase media y pobre: el fútbol realizó lo imposible y por un momento fuimos un solo sentimiento, con la bandera tricolor alusiva a la paz. Sin darnos cuenta, compartimos historias, diálogos, emociones, con colombianos de todos los estratos y fuimos felices.
Gracias mi selección y gracias James, simplemente gracias porque aprendimos que el trabajo es de todos y que vos sos el líder encargado de guiar y dar el puntazo final. También aprendí que el fútbol primero se siente, después se aprende y por último se juega, que la psicología es el principal motor de un jugador, que el fútbol te da pero también te quita cuando él quiera. Aprendí que la polla mundialista es una ilusión y que es mejor no distraerse en banalidades, en cambio sí hacerle fuerza a lo que dicte tu corazón, porque en la vida hay cosas que no tienen precio, como disfrutar del deporte más lindo de todos; ese que se siente en las entrañas muy fuerte o muy bonito.
Gracias mi selección y gracias James, simplemente gracias porque aprendimos que el trabajo es de todos y que vos sos el líder encargado de guiar y dar el puntazo final. También aprendí que el fútbol primero se siente, después se aprende y por último se juega, que la psicología es el principal motor de un jugador, que el fútbol te da pero también te quita cuando él quiera. Aprendí que la polla mundialista es una ilusión y que es mejor no distraerse en banalidades, en cambio sí hacerle fuerza a lo que dicte tu corazón, porque en la vida hay cosas que no tienen precio, como disfrutar del deporte más lindo de todos; ese que se siente en las entrañas muy fuerte o muy bonito.
Aprendí todo esto porque ése es el poder que tiene el fútbol y por eso este mundial es tan especial. Y para finalizar lo que más me marcó durante el mundial, fue la frase del profe Pekerman: “Porque cuando se juega en equipo, se celebra en equipo! Inolvidable, realmente inolvidable......... :)
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Y para ti...¿Cuál es el balance que deja el mundial de Brasil 2014?
Escribiendo desde mi castillo encantado, Soficienta
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