miércoles, 11 de marzo de 2015

Los verdaderos atletas, no surgen de la nada

Sueño con  inculcarle a mi hijo/a la siguiente declaración: “Los verdaderos atletas no surgen de la nada”.

Inicialmente sus primeros pasos siempre serán los más difíciles de dar; como todo en esta vida. Luego todo fluirá naturalmente gracias a las enriquecedoras experiencias y ejemplos durante el largo recorrido. 

A continuación les presento un plan de acción y de corazón para un desarrollo óptimo de su hijo, que puede ser aplicado en cualquier campo de la vida, pero en este caso el enfoque es 100% deportivo:

¡Momento soñado! #AlgúnDía

Como primera medida debes dejarle muy en claro que lo más puro de la grandeza, es que no necesita de espectadores; porque cuando un atleta logra sintonizar todo su cuerpo, al compás de sus movimientos, tiene el derecho y el deber de no depender de nada, ni de nadie, sino de su propio interior y ese será su paraíso y éxtasis de grandeza absoluta. 

Encontrando mi grandeza, junto al mar, la arena, el sol y la naturaleza.

Posteriormente debes de contarle sobre el camino difícil pero muy valioso que debe recorrer, si eso es lo que realmente quiere, ya sea como amateur o profesional. Ese camino por el cual progresa durante la marcha y que no tiene lugar a la duda, porque al mínimo titubeo, todo puede irse por la borda, por esa pequeña y delgada línea que no distingue raza, color, ideología, estatus, pero que definitivamente divide al triunfador, del perdedor. Por eso tu hijo deberá haber conocido la derrota, el sufrimiento, la lucha, la pérdida y aún así, debe haber encontrado la forma de salir, de las profundidades. De allí que, deberá amar esta práctica, disfrutarla y ser constante, durante cualquier etapa, para que no haya espacio para las excusas. Será una lucha constante entre su querer y su deber, porque la salida de la rendición siempre estará respirándole la nuca, ante los dolores, miedos comunes, necesarios y evidentes. Sin embargo, la regla de oro aquí para no desesperar, será siempre siempre siempre, recordarle el motivo que lo  llevó a emprender y combatir este desafío. 


¡Durante los momentos más difíciles se conocen las amistades más valiosas!


Por último, pero no menos importante durante el proceso aprenderá de tu mano, que no se debe de vivir, para agradar a los demás, es decir por el famoso "qué dirán", pues eso le cortaría las alas en cualquier momento. Dile que tampoco es bueno compararse con los demás, porque todo llegará a su debido tiempo si tiene la virtud de esperar, ya que todo lo que tiene que ser será. Incentívalo a pelear por lo que realmente le llena el alma y cuando encuentre ese algo por lo que vale la pena sacrificar su tiempo, fiestas, salidas etc y ése se convierta, en su verdadero "vicio", sabrás que ha encontrado su verdadera pasión.

"No ganas cuando superas a los demás, sino cuando te superas a ti mismo."

Por eso yo a mi hija le mostraré, mas no la obligaré, le inculcaré un estilo de vida saludable sin necesidad de que haga dietas, aprenderá a ser fuerte, a brillar con luz propia, sin necesidad de apagar la del otro, a ser amable con los demás, pero primero con ella misma y a confiar en sus capacidades. Clarooo.. que la llevaré a correr, seré su partner de entrenamiento y en el proceso entenderá que mientras corre, liberará cualquier miedo o angustia. Conquistaremos varias cimas y montañas, para explorar desde arriba nuestra espiritualidad. 

Conquistando sueños en la inmensidad de la naturaleza

Me encantaría que amara el fútbol, pero no  la obligaré a practicar un deporte que no ame por completo. Que si quiere, el deporte puede ser su profesión o un complemento para darle sentido a su vida, no primero desde el reconocimiento ajeno, sino desde su interior.

La pecosa 

Le diré que puede correr con otras personas y hacer nuevas amistades, que la motivarán y acompañarán hasta en los momentos, cuando no es tan divertido correr. También podrá ser la líder de la manada, así como una vez lo fue su mamá con su equipo de fútbol; la familia de las “Rubias”. Y cuando sus compañeros no estén, tendrá la capacidad de ser independiente y valiente para salir sola y poder meditar, gracias a la armonía de la naturaleza; que le ayudará a entender que las limitaciones son más mentales, que físicas. Por otra parte creo que la competitividad la llevará en sus genes, entonces entenderá que el dolor, forma parte indisoluble de la vida de los mortales y por eso las heridas de guerra, serán necesarias.

La familia Tricali

Le diré que nada es imposible, que todo se puede lograr con un par de zapatos, mucho sudor, constancia, piernas bien firmes, pulmones bien inflados y un gran corazón; que serán claves para querer conquistar su mundo mágico. Por otro lado le enseñaré que cantar, bailar, o tocar un instrumento también es una opción de vida, porque el cuerpo es su instrumento y puede moverlo ¡cómo se le antoje!.. para sacar a flote su hermosa e inspiradora alma.

Las cosas que amas, debes repetirlas una y otra vez.


Y todo esto lo sé gracias a mis padres, porque un día entendí, que cuando un padre acepta el reto junto a su hijo y junto a este reto acepta las incertidumbre, los miedos, los altibajos y comparte su pasión y todas las emociones desde la barrera sin esperar nada a cambio; esos padres contarán con la fortuna de recibir sonrisas sinceras, propias y cómplices como gratitud, a tan admirable labor.  

Mi fuerza e inspiración; mamá y papá.

Al final no verá al deporte solo como un deporte, sino como un estilo de vida y ese será su mayor logro y mi mayor legado, que le será muy útil para el resto de su vida y para sus futuras generaciones.

Amando la dulzura de los niños. 


Y para ti.... ¿Cuál sería ese legado sagrado, que le dejarías a tus hijos?



Escribiendo desde mi castillo encantado, Soficienta.



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