viernes, 31 de marzo de 2017

La Terapia Catalana




Nunca había sido más yo, como ahora. Y cuando eso pasa, déjame decirte que ¡Es la Ostiaaaa tío!!. Poder ser tú, en un ambiente enriquecido de culturas diferentes con personas de todas las edades, por medio de un lenguaje verbal muy particular, es algo muy poderoso. No lo logras entender en su totalidad;  si no lo vives (obviamente) o alguien como yo te lo cuenta, pero tampoco si lo vives sin ASIMILARLO.

Lo que aprendes ahí es realmente invaluable:


  • Autoconocimiento; volver a tu niño interior y a tus raíces
  • Tolerancia y conocimiento de nuevas culturas
  • Inspiración para ayudar a los demás, siendo más humanos
  • Disciplina, retos y motivación por lo que realmente importa
  • Mostrarte tal como eres y saber que no está mal pedir ayuda








Por todo esto para mí se convirtió en: La Terapia Intensiva Catalana.......


Te recomiendo darle play a este gran tema mientras lees la historia. Es uno de mis grupos favoritos en catalán, se llama Blaumut ....Disfrutaaaaaad! :)





Para contextualizarlos un poco todo empezó así:


Ya llevaba el año en Barcelona, cuando un día entre charla y cerveza alguien me dijo, “Bueno yo a veces no entiendo la gente que se viene a BARNA a vivir, sabiendo que de entrada tienen este handicapped del idioma.” Y yo le preguntaba: "¿Es que acaso el catalán es imposible de aprender o qué? Y en ese momento, por dentro  sentía la sensación de que era un idioma relativamente fácil a priori, es más mi primera impresión respecto al idioma catalán había sido tal cual; un castellano incompleto (alimentació = alimentación, pare = padre, mare = madre, realment = realmente, investigació = investigación, etc) y por tanto sencillo, le quitaba una letra a cada palabra y ya estaba.....





Entonces después de pensarlo bien, de ver la importancia y la necesidad de adaptarme a la cultura, para tener mejores oportunidades, establecerme y el deseo de un nuevo reto, -a pesar de que muchas personas me dijeran que no perdiera mi tiempo estudiando este idioma raro-, decidí embarcarme en esta aventura contra todo pronóstico, sin pedirle permiso a nadie, dejándome llevar más por lo que sentía, que por lo que "debería ser."

Porque al final sabía que todas las decisiones, donde había dejado que predominaran mis sentimientos, las había disfrutado el doble, sin arrepentimientos ni limitaciones. Entonces mentalizada ya en la nueva meta, nada podría salir mal en esta aventura de aprendizaje de una nueva lengua.


Así que empecé a tomar clases. A medida que avanzaba me daba cuenta que era verdad que habían idiomas de idiomas, unos sin duda más difíciles de aprender que otros como (mandarín, alemán, ruso, etc) pero ninguno que se aprendiera de la noche a la mañana. Es decir que a la hora de la verdad me di cuenta que aprender catalán no era tan sencillo como pensaba. Los primero módulos, que en teoría eran los más fáciles, eran al mismo tiempo los más difíciles por la novedad y el choque cultural.

Personalmente tuve la sensación de devolverme en el tiempo, pues me sentía como una niña de preescolar, que le estaban enseñando los números, los colores, los animales, etc. Además ver cómo cada uno ponía su nombre en el pupitre, era la gota que derramaba la copa. Ya después me fui acostumbrando y me creí el cuento de la terapia; cuando mi primera tarea fue hacer una presentación de mi familia. Era todo tan nuevo, inhóspito como gracioso, que poco a poco me ponía a prueba y me atraía. Así que continué por este camino; B1, después B2, B3, E1, E2….conociendo, aprendiendo y enamorándome...



Otro de los motivos que me ayudaban en el aprendizaje  era el poder ir a clase a compartir con otras personas de diferentes partes del mundo; como si viajaras a cada uno de esos países durante 3 horas; Francia, Marruecos, Italia, Portugal, Argentina, Venezuela, México, Perú, etc. Era realmente tan enriquecedor, como retador, pues requería hacer el esfuerzo de cambiar el chip, ceder, ser empático para entender, para aprender del otro y aceptar al otro cómo es y no cómo yo quisiera que fuera. Creo que esa es la mejor fórmula para disfrutar de las personas, dejándolas ser como son, con sus bagajes, sus valores, fortalezas, debilidades y poco a poco  entender por qué vienen de donde vienen, qué es lo que quieren compartir y dar a conocer de su país.

También la terapia me ha hecho comprender más la cultura catalana, entender un poco la razón de ser de los catalanes, que si bien es cierto que tienen fama de ser cerrados, no es algo gratuito ni de nacimiento; es claramente un mecanismo de defensa, "contra" miles de personas (yo també :) de todos los lugares del mundo que llegan a diario a su ciudad. Así que en mi opinión entiendo y respeto su deseo por proteger a los suyos, su territorio, su cultura. Sinceramente me parece normal que sean minuciosos y selectivos a la hora de aceptar a alguien en su círculo. Yo en ese caso, lo haría también.



Y bueno como todo es trabajo en equipo no puede faltar el reconocimiento a los maestro; esos profesores, a quienes les das tu voto de confianza y admiración no por lo que saben sino por esa dosis extra de paciencia, la manera cómo transmiten lo que saben (KNOW HOW), y nos inspiran para recordarnos que vinimos a esta vida, no solo a disfrutar sino a ser útiles, a ser más humanos, a ayudar al otro, sin tantos prejuicios o creencias limitantes. Por ejemplo la profe Bárbara, una catalana muy catalana, quién para mí es "La Messi" de la lengua catalana; petita y modesta como Messi, de esas  personas sabias en su vocación que no tienen la necesidad de alardear de su talento, todo lo contrario utilizan su poder para compartir sus conocimientos y entretener a su público de diferentes partes del mundo. Y de esta forma es que se mide la grandeza de alguien, no de otra manera, así que gracias, ....Moltes Grácies!



“Hoy en día la educación sin emoción no sirve, es necesario innovar para captar la atención y por ende lograr un aprendizaje fluido.”







Todo esto me llevó a darme cuenta que la terapia catalana, se había convertido en una prioridad en mi vida. Y lo sabía porque era consciente que la utilizaba como un motor para mi vida que se reflejaba en cada faceta personal. Así como lo había sido en triatlón en su momento cuando vivía en Colombia. En ese sentido, me gustaba sentir esta conexión pues de la misma manera que recibía, me entregaba, es más no me daba miedo arriesgar un poco más, siempre y cuando lo que hiciera me hiciera feliz y saliera ardiendo de mi corazón.



”Si no ardes por algo o alguien, si nada te sacude hasta el alma, si apenas te llega el entusiasmo; vas mal, algo te detiene. Vives a medias.” Walter Riso


Lo cierto es que esta vida fue la que escogí, la vida de los shots, de los momentos, de vivir los instantes, como si no hubiera un mañana, donde conoces gente en un abrir de ojos y al momento de cerrarlos ya se han marchado para otro lugar, así de emocionante y efímero puede ser y  creo que ese es el precio que se paga por vivir este tipo de experiencias, pues al final todos estamos de paso en este mundo, sobre todo en esta ciudad tan mágica y cosmopolita.



Y no crean, aunque a veces me haga la fuerte, me hacen mucha falta los abrazos de mi familia, los entrenos y charlas con amigos de la infancia, entre otras cosas….  ese amor nunca se reemplaza por nada ni nadie. Sin embargo estoy convencida de que el ser humano es sabio y recursivo pues se adapta al ambiente donde está, explorando por sus propios medios para encontrar pasiones y motivaciones que lo ayuden a seguir encarrilado en la batalla y ese será su gran triunfo personal.

Es que yo me enamoré de este paraíso, de su lengua, paisajes y momentos…..Yo me enamoré de un lugar, que me reta, me sube, me baja pero nunca me deja flaquear porque encuentro motivos todos los días que inspiran mi espíritu aventurero. Por ejemplo levantarme todos los días con mucha energía (Ritual de la Mañana), sin dar por sentado cada despertar, ni cada mañana, eso es algo que valoro mucho y que me renueva para no ver la vida como un paisaje monótono, sino vivirla como protagonista. Establecer prioridades, para que las 24 horas que nos da el día, sean suficientes para no perder de vista mis metas. ¡Ése es mi día a día!


Y..... la verdad, la verdad... es que no sé si en realidad me vaya a servir el catalán en un futuro, tampoco sé si estaré mucho tiempo por acá. Pero lo que si sé, es que yo me la he pasado de puta madre durante mi estancia en general y durante la terapia; disfrutando cada persona, cada instante, cada oportunidad.

Espero que siga siendo así mi vida, así de mágica. Y siempre siendo agradecida y dándome cuenta lo afortunada que soy.

“Vive al instante, descubre, asómbrate, enriquécete de las cosas y no te acostumbres…”


PD:.....¿Si no vas por todo, a qué vas?

Escribiendo desde mi castillo encantado, Soficienta

























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