La vida me ha enseñado que creer es la semilla para que las cosas pasen.
Creerle a la vida me enseñó a decirle que sí, cueste lo que cueste.
Creerle a mi corazón me ayudó a salir de mi zona de confort.
Creerle a mis sueños me enseñó a luchar por ellos.
Creerle a las personas me enseñó a entender, de que todo el mundo hace lo mejor que puede con las herramientas que tiene.
Creerle a la soledad me enseñó a reencontrarme con mi divinidad.
Y creerle a mi Selección me enseñó, a que no son ni una, ni dos, ni tres oportunidades...
sino que es entregar siempre lo mejor, las veces que sea necesario para merecerlo.
sino que es entregar siempre lo mejor, las veces que sea necesario para merecerlo.
Comparto 5 lecciones que nos ha dejado la selección, para seguir apoyándola desde cada trinchera y ahora más que nunca.
1. CREE EN TI, EN TU AMIGO, EN EL QUE NO ES TAN PARECIDO A TI Y EN EL QUE TUVO UN MAL DÍA.
Subirse siempre al bus cuando todo está bien, no suma y no se disfruta igual porque nada te enseña más que los momentos difíciles.
El deporte otra vez dándonos una cátedra; de que son más las cosas buenas que nos unen, que las que nos dividen, que en la diferencia crecemos como individuos y en las dificultades nos tendemos una mano amiga. ¡Cree un poco más todos los días!
2. DISFRUTA, NO JUZGUES Y SÉ FELIZ DESDE EL MINUTO CERO.
La felicidad es una cosa muy íntima, que se construye desde dentro. Por lo tanto poner la felicidad en algo externo es el peor negocio, pues nadie es responsable ni de la tuya, ni la del vecino que empeñó la casa para ir a Rusia. Los jugadores pueden hacernos sonreír y gritar de júbilo por un momento, pero de ahí a cargar con nuestras expectativas hay un trecho muy largo.
3. ESTRATEGIA WIN-WIN.
Ganas cuando tu corazón y tus pensamientos están alineados. No cuando dices: "Yo quisiera que ganara Colombia pero no creo que pase, ojalá la lengua me castigue" Dale tu poder al aquí y al ahora, que es lo único seguro y permítete ser ese jugador #12 con la fe intacta.
4. LA MILLA EXTRA.
Es recordar por qué haces lo que haces, cuál es tu razón de ser y por qué vale la pena recorrer esa milla extra, esa que nunca es asediada; solo por unos cuantos, que estuvieron dispuestos a pagar el precio. Y este equipo sí que es un gran ejemplo de jugar al todo x el todo, por amor.
5. PENDULIAR.
En esta vida hay que penduliar para no perder la perspectiva. Es decir tener la capacidad y el deseo de pedir por algo y volver al lugar inicial para agradecer. Y ese hábito genera consciencia de cada logro alcanzado y por lo tanto motivación para ir por el próximo.
¡Vamos que vamos!!! #TodosUnidosPorUnPaís
Escribiendo desde mi castillo encantado, Soficienta
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