jueves, 21 de septiembre de 2017

¡Que la solidaridad no sea el resultado de la adversidad!

Confucio, un reconocido pensador chino dijo una vez: “Si ya sabes lo que tienes que hacer y no lo haces, entonces estás peor que antes.” Pues queridos Soficientos, esto quiere decir que estamos grave como sociedad y tengo la sensación de que la crisis que estamos viviendo se viene con toda, no solo por lo que acaba de pasar en México y Puerto Rico, sino por todo; los atentados, la confrontación política, entre otras problemáticas. Es un momento crítico y la sensación es agridulce, porque parece que recapacitáramos por un momento, después de tocar fondo, pero pasa el tiempo y volvemos a nuestro estado de egoísmo, intolerancia, insensibilidad, que no nos deja mirar al otro, ni a nuestro alrededor de manera empática, con amor, con solidaridad.



Entonces pasa, que tenemos las herramientas para solucionar el problema, inclusive también tenemos la lección “aprendida”, porque se supone que lo “hemos” padecido, pero al final no hacemos lo más mínimo para cambiar la ruta, que nos está llevando a un suicidio, porque todos somos cómplices en mayor o menor medida.

Yo no sé ustedes, pero ver esas imágenes devastadoras, me estremece y afecta mucho, pues ver sufrir a alguien, es ver sufrir a un hermano. Yo deseo de todo corazón que mi familia, amigos y personas a mi alrededor estén bien, quiero ver crecer a mi hijos y a los hijos de ellos, también quiero seguir respirando el aire puro de mis montañas, refrescarme con el agua cristalina de los ríos, saborear las frutas del bosque,  bueno en fin; vivir. En pocas palabras, quiero que mi paso por el planeta tierra, sea lo más placentero posible para mí, los míos, los que me siguen y los tuyos.


También soy consciente de que los cambios, ni pasan de la noche a la mañana, no dependen de los altos cargos, ni tampoco son imposibles, porque afortunadamente comienzan en cada uno de nosotros, con la acción y el ejemplo a diario. La clave está en el estado de conciencia que tenemos, en saber hacer el bien sin mirar a quién, en sentirnos plenos con lo que hacemos y dejamos de hacer.


En este sentido; la oración, la meditación, el running y todos estos ejercicios dónde te conectas con tu ser interior, están muy bien, pues nos ayudan a despejar la mente, encontrar soluciones o simplemente tranquilizar. Pero de nada sirve orar y quedarnos quietos, para que el espíritu santo haga lo que en realidad, depende de nosotros.


Por lo tanto necesitamos oración + acción + amor, esa siempre será la fórmula infalible. Acciones sencillas como saludar a tu vecino y a tus compañeros. Compartir alimentos con los más necesitados. No hacer mal uso del agua, separar los residuos de la basura, consumir menos plástico, preferir y apoyar los productos locales, entre otras acciones que al parecer suenan cliché, pero valen. Y de esta manera ir sumando, poco a poco sin precipitarnos.


Ayer fue México y Puerto Rico, hace dos semana el Caribe, hace un mes Barcelona. Lo evidente y claro es que está en nuestras manos frenar y debilitar estas tragedias. Pero no algún día, cuando todo esté perdido, sino ahora dar el primer paso y empezar; con voluntad, constancia y sueños por cumplir. No nos preocupemos por los demás: "Los Trumps", que a ellos les llegará su día (ya en el calendario) donde su arrogancia se convertirá en arrepentimiento y menos mal está más cerca que nunca.

"No donaremos #Damnificados"

Así que nada Soficientos, ¡Vamos Hermanos Mexicanos, Vamos Mundo!, que de ésta nos levantaremos juntos, para reconstruir no solo las edificaciones, sino nuestros ideales paso a paso.

Leonardo Dicaprio es nuestro capitán planeta, él nos ha abierto los ojos y nos muestra el camino. La cosa ahora no puede ser más "sencilla" y clara de hacer. ¿Lo seguimos?


Escribiendo desde mi castillo encantado, Soficienta
.






No hay comentarios.:

Vistas a la página totales